El Diario del Bebé.
Por regla general, los vómitos no son motivo de alarma, pero en algunos casos pueden indicar un problema de salud grave. Aquí te decimos cómo tratar los vómitos cuando no son una afección grave y en el siguiente apartado te detallamos cuándo pueden ser señal de algo más grave y qué debes hacer en ese caso.
Lo más importante cuando un niño vomita es que no se deshidrate.
Una forma de mantenerlo hidratado si ha estado vomitando es darle una solución electrolítica, que se vende en farmacias, tan pronto pueda beber algo sin vomitar. Una vez haya pasado media hora sin vomitar ofrécele una cucharadita cada diez minutos durante un par de horas. Después, si la tolera bien, dale dos cucharaditas cada cinco minutos, y puedes subir la cantidad hasta que vaya mejorando.
El jugo a veces empeora la situación, sobre todo si tu niño también tiene diarrea, pero si ya bebe jugo y es la forma más sencilla de mantenerlo hidratado, puedes probarlo, diluyéndolo con un poco con agua. No le des bebidas con gas.
Una vez parezca que se encuentra bien, puedes volver a darle pecho o leche de fórmula (algunas mamás le dan pecho al mismo tiempo que le dan la solución electrolítica, mientras que otras prefieren esperar. Haz lo que te funcione mejor con tu hijo.)
En algunos casos, los vómitos de tu niño pueden indicar una afección grave y tendrás que buscar atención médica inmediata.
Llama inmediatamente al servicio de emergencias 112 si:
Lleva a tu bebé a un servicio de emergencias si:
Llama al doctor si:
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