El Diario del Bebé.
Cualquier persona que haya cuidado a un bebé sabe que los bebés regurgitan. Y escupen. Y vuelven a escupir.
Es fácil entender por qué algunos padres y cuidadores se preocupan por esto. ¿Está el niño recibiendo suficientes alimentos? ¿Es escupir con frecuencia un signo de una enfermedad más grave? ¿Es necesario que el bebé tome medicamento para tratar el problema?
Según el doctor Andrew E. Mulberg, pediatra y gastroenterólogo pediátrico en la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA), escupir frecuentemente es absolutamente normal en la mayoría de los casos y no es un síntoma de mala salud. Mientras que el bebé esté alerta, razonablemente contento, aumenta de peso, y no muestra otros signos de enfermedad, esto no suele ser un motivo de preocupación, dice Mulberg.
Entonces, ¿qué hace que el bebé escupa la comida con tanta frecuencia?
En los bebés, el anillo de músculo entre el esófago y el estómago, el esfínter esofágico inferior (LES) no está completamente maduro, lo que permite que el contenido del estómago fluyan hacia arriba, Mulberg explica. Con el tiempo, el LES madura y se abre sólo cuando el bebé come y permanece firmemente cerrado el resto del tiempo, manteniendo los alimentos en el estómago donde deben estar.
"Cuando el niño tiene 18 meses de edad o menos, el problema se conoce como reflujo gastroesofágico (GER por su sigla en inglés), y por lo general se resuelve por sí sólo", dice Mulberg.
En un pequeño número de casos, puede existir una condición más seria conocida como GERD (enfermedad por reflujo gastroesofágico). La GERD también puede causar regurgitación excesiva, pero requiere tratamiento para evitar complicaciones de salud adicionales, tales como daño al tejido del revestimiento del esófago. Se debe consultar a un proveedor de atención médica inmediatamente si un bebé presenta síntomas tales como escupir sangre, sangre en las heces, pérdida de peso, retraso en el crecimiento como falta de aumento de peso y tos persistente o sibilancias o jadeos, dice Mulberg.
Una vez que una enfermedad más grave se descarta por un proveedor de atención médica, hay una serie de cosas que los padres y otros cuidadores pueden hacer para ayudar a evitar que los bebés constantemente escupan. Estos incluyen:
"Es comprensible que los padres primerizos, especialmente, están preocupados cuando su hijo parece estar escupiendo sin parar", dice Mulberg. "Por lo general, los padres no duermen lo suficiente, y claro, esto no ayuda a la situación."
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