El Diario del Bebé.
La mayoría de los padres suele preocuparse al detectar alguna mancha o pequeña marca en la piel del recién nacido. Suele tratarse de marcas de nacimiento muy comunes que aparecen por causas no siempre conocidas y en las que intervienen factores genéticos o hereditarios.
Por lo general, las manchas no precisan tratamiento pero es conveniente que, para salir de dudas, lo comentemos con el pediatra, especialmente si crecen o cambian de color.
En caso de representar un problema para alguna parte del cuerpo, nos informará de las distintas opciones para tratarlos (láser, medicación oral, corticoides).
MANCHAS SALMÓN
También conocidas como ‘picotazos de cigüeña’, son las manchas vasculares más habituales. Son zonas rosadas que suelen aparecer en la frente, la nuca, la cara o los párpados. Pueden medir de 1 a 5 centímetros y, aunque algunas desaparecen con el tiempo, otras son permanentes.
MANCHAS MONGÓLICAS
A pesar de su nombre, estas manchas no son señal de enfermedad y suelen desaparecer durante la infancia. Son de color azul o gris, de unos 4 a 12 centímetros, similares a los cardenales y situadas en la espalda y nalgas.
MANCHAS CAFÉ CON LECHE
Manchas pigmentadas más habituales de color marrón claro que pueden aparecer por todo el cuerpo. Son lisas, pueden crecer y no existe ningún tratamiento para ellas. Si el bebé presenta más de seis manchas de más de medio centímetro de diámetro, deberán ser revisadas por el pediatra, ya que podrían indicar enfermedades hereditarias.
MANCHAS DE VINO DE OPORTO
Son manchas de color rosa-morado o rojo. Suelen ser lisas, permanentes y, por lo general, aparecen en la cara. Pueden disminuir algo pero no desaparecen, con lo que habrá que consultar con el médico sobre su posible tratamiento con láser.
HEMANGIOMAS CAPILARES O ANGIOMAS EN FRESA
Marcas de nacimiento bastante frecuentes, especialmente en bebés prematuros, causadas por una sobreabundancia de células de vasos sanguíneos. Son manchitas rojas o rosadas, prominentes y esponjosas, que aparecen a las pocas semanas del nacimiento, generalmente en la espalda o cuero cabelludo, y que pueden seguir creciendo rápidamente entre los 6 y 12 meses siguientes.
A veces crecen mucho, incluso pueden llegar a molestar estéticamente. Si afectan a partes delicadas como el párpado o la nariz el pediatra puede indicar un tratamiento. La mayoría suelen desaparecer sin dejar señal.
HIPERPLASIA SEBÁCEA
Puntitos que se asemejan cabezas de alfiler, de color blanco o amarillento, que suelen aparecer en las mejillas y en la frente. Son bastante frecuentes y su origen está en las hormonas maternas transmitidas en la gestación. Desaparecen espontáneamente en las primeras semanas de vida.
QUISTES MILLIUM
Surgen por la acumulación de grasa bajo la piel debido a la obstrucción de los poros, lo que provoca bultitos blancos o amarillentos de 1 a 2 milímetros. Por lo general, desaparecen a los pocos meses.
LUNAR (NEVUS)
Son oscuros, abultan y su tamaño es variable. Se deben a un aumento del número de células de pigmentación en la piel. Es conveniente vigilar su crecimiento y color.
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