El Diario del Bebé.
Una vez conocemos el sexo de nuestro futuro bebé, ya podemos elaborar esa famosa lista con todos los candidatos a ser el nombre de nuestro hijo. Se han publicado numerosos libros sobre nombres, su origen y su significado que pueden ayudarnos en esta tarea.
Lo mejor es coger bolígrafo y papel e ir apuntando varias posibilidades que iremos descartando.
Hay familias en las que existe tradición de poner un determinado nombre, de llamar a los hijos igual que a los padres o de recordar a un miembro ya fallecido llamando de igual manera a otro nuevo miembro.
Es interesante tener en cuenta el primer apellido del bebé ya que puede no resultar demasiado armonioso al oído.
Legalmente existen una serie de restricciones que tendremos que tener presentes: poner más de un nombre compuesto, más de dos simples, los nombres ofensivos o llamar igual a dos hermanos aunque sea en otro idioma.
Si queremos bautizarlo, el párroco aceptará cualquier nombre aceptado previamente por el Registro Civil, aunque no corresponda con el de ningún santo.
Lo más importante es que los padres sean los que tomen esta decisión lo más libremente posible pensando sobre todo en el bebé y en su futuro, intentando liberarle de pesadas cargas. Aunque siempre le quedará la posibilidad de cambiárselo al llegar a la mayoría de edad.
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El diario del bebé