Cómo elegir el calzado infantil
Por EP,
28-03-2016 08:39:00
El Diario del Bebé.
Aunque pueda parecer una tarea sencilla, la compra de nuevo calzado para los más pequeños reviste de gran importancia y no debe tomarse a la ligera. La Academia Americana de Podología Médica ofrece una serie de consejos a tener en cuenta:
- Los pies de los niños cambian con la edad: el tamaño de los zapatos y los calcetines suele variar cada pocos meses debido al crecimiento de los pies del niño.
- Los zapatos que no se adaptan de forma correcta pueden irritar los pies: siempre hay que medir el pie del niño antes de comprar zapatos y examinar sus pies por si existen signos de irritación.
- Nunca utilizar calzado empleado por otro niño: el hecho de que una talla de zapato le siente bien a un niño no quiere decir que le vaya bien a otro. Además, compartir zapatos puede extender hongos como los del pie de atleta y los hongos de las uñas.
- Cuidado con los talones: los niños podrían desgastar los talones de los zapatos antes de necesitar un número mayor. El desgaste irregular del talón puede indicar un problema del pie que deberá ser consultado con un podólogo.
- Llévate a tu hijo de compras: cada zapato se adapta de forma diferente. Dejar al niño que aporte su opinión durante el proceso de compra promueve a la vez hábitos saludables para los niños sobre el cuidado de sus pies.
- Compra siempre en relación al pie más grande: los pies rara vez tienen el mismo tamaño entre sí, un detalle que aunque conocemos por experiencia propia puede que pasemos por alto cuando se trata de los niños. Lo mejor es que se prueben siempre ambos zapatos.
- Compra zapatos que no necesiten un periodo de adaptación: Los zapatos deberían ser cómodos inmediatamente. Además, hay que asegurarse de que el niño se pruebe los zapatos con calcetines o medias si es que los va a utilizar con ellos.
TRES REGLAS BÁSICAS
Además, para los podólogos americanos el calzado tiene que cumplir con otras tres reglas básicas antes de probárselo al niño.
1. El talón debe ser rígido: para comprobarlo hay que presionar con el dedo índice y pulgar en ambos lados de la parte trasera del talón y no deben unirse.
2. Probar la flexibilidad en los dedos: el zapato debe doblarse con los pies del niño. No debe ser ni demasiado rígido ni demasiado blando en el área en la que se doblan los dedos.
3. Seleccionar un zapato con una rigidez media: ¿se tuerce el zapato? El zapato nunca debería torcerse hacia la mitad.
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