El Diario del Bebé.
De todos es conocida la dificultad que entraña el aprendizaje de una lengua extranjera para un adulto. Es por ello que la edad ideal para aprender nuevos idiomas se encuentra en los primeros años de vida escolar, donde el niño es capaz de aprender distintas lenguas a la vez de forma natural, sin tener que memorizar estructuras ni metodologías.
Los niños de hasta tres o cuatro años tienen la capacidad de crecer aprendiendo varios idiomas sin mayores problemas. A partir del cuarto año, ya no pueden conjugar algunos verbos de un idioma nuevo de una forma tan rápida y tan correcta. Por esto, es crucial en los primeros años fomentar el estudio de varios idiomas. Desde OAK House School nos dan las claves para hacerlo en casa y con la familia.
PROCESO NATURAL
“A pesar de que algunos padres pueden presentar miedos a enseñarles desde pequeños por temor a que esto dificulte su aprendizaje, los niños viven el proceso con total naturalidad” afirma Alison Wylie lingüista y profesora de Oak House School, quien además resalta que “entre los ocho y los diez años concluye una de las fases principales del desarrollo humano, a esa edad ya no aprenden de forma intuitiva, sino que tienen que esforzarse de una forma similar a los adultos”.
VENTAJAS DE LAS PERSONAS POLÍGLOTAS
Aprender un solo idioma, o dos de forma simultánea, conforma unas redes neuronales distintas entre una persona monolingüe y otro bilingüe pero, ¿de qué manera influye esa diferencia?
Un comité de científicos expertos en lenguaje y neurociencia de Brainglot, afirma que las personas bilingües utilizan más áreas cerebrales en una tarea lingüística, esto se podría traducir en una búsqueda más lenta (milésimas de segundo) de los términos adecuados para una expresión concreta.
Sin embargo, los bilingües/trilingües tempranos, al pasarse todo el día cambiando de lenguaje, tienen entrenadas capacidades cognitivas no lingüísticas que sirven para adaptarse a los cambios de tareas variadas donde son más eficaces, es decir, pueden ser muy efectivos trabajando en modo “multitarea”.
Además, los niños bilingües y multilingües entienden mejor la diversidad cultural de nuestro mundo y son más abiertos a nuevas culturas y a diferencias de pensamientos.
Como explica un estudio de la universidad de Granada, el bilingüismo no sólo mejora la atención sino que también entrena la memoria de estas personas, como si fuese una especie de 'gimnasia mental'. Las personas bilingües, además, tienen desarrollada una protección especial contra enfermedades neurodegenerativas gracias a ese desarrollo y entrenamiento mental.
FOMENTAR EL APRENDIZAJE TAMBIÉN EN CASA
La mayoría de niños españoles que son bilingües o trilingües, lo son porque en casa conviven con padres que hablan lenguas maternas distintas. Sin embargo otra manera de hacer que los hijos crezcan en un entorno políglota es que estudien en colegios con un proyecto educativo que incluya el aprendizaje de lenguas desde edades tempranas. Pero, ¿qué otras cosas se pueden hacer para que los niños crezcan como bilingües y puedan estar más preparados el día de mañana para el mundo laboral?
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