Se recomienda una alimentación similar a la mantenida durante el embarazo:
Dieta equilibrada, variada: fruta, verdura, pescado, legumbres, carnes…
Rica en fibra, para evitar el estreñimiento. Recuerda que tu suelo pélvico puede estar debilitado tras el parto, por lo que hay que evitar hacer esfuerzos de pujo y realizar ejercicios de Kegel.
Beber abundante agua. De hecho, puedes notar una aumento en la sed, pues gran parte del agua ingerida se utiliza en la producción de la leche materna
Puedes comer jamón, embutidos y carne poco hecha: una vez el bebé ha nacido, no haber pasado la toxoplasmosis ya no es un problema.
Evitar: alcohol, drogas y tabaco sus componentes pueden pasar a través de la leche materna hasta tu bebé.
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Ante cualquier duda consulte siempre con su médico o pediatra.
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