Una fiesta infantil, Carnaval o Halloween son ocasiones para transformar al bebé en su animal o personaje preferido como Caperucita Roja, los Pitufos o una bella princesa.

Para que nuestro hijo disfrute al máximo tendremos que elegir con especial cuidado el disfraz que lucirá. Hay una serie de detalles en los que tenemos que pensar.

• Dónde va a celebrarse la fiesta: Si va a ser en un lugar cerrado y caluroso conviene no abrigarlo mucho. Si por el contrario vamos a pasar bastante tiempo en la calle, conviene llevarlo bastante protegido de las inclemencias del invierno. Los disfraces de animales son ideales para ello. Si el bebé se mantiene bien en pie, los disfraces de frutas también resultan muy apropiados ya que permiten llevar debajo prendas abrigadas, por ejemplo de deporte.

• Comodidad para el bebé: Debe resultar cómodo para el bebé ya que de lo contrario pondrá todo su empeño en quitárselo. Los bebés pequeños pasan mucho tiempo sentados así que evitaremos que tengan costuras que les puedan incomodar. Revisaremos botones, abalorios y otras piezas que entrañen un peligro para él. 

• Facilidad para el cambio de pañal: Como mínimo debemos cambiar al bebé en cada toma así que hay que evitar que esta tarea resulte interminable.

• Accesorios y complementos: Si el bebé es muy inquieto, sombreros y coronas tienen la vida contada sobre su cabeza. Es conveniente prescindir de complementos que no consideremos apropiados para el bebé, por ejemplo espadas.

• Maquillaje: Aunque es mejor no pintar la cara a bebés muy pequeños. En caso de hacerlo utilizaremos pinturas buenas para no arriesgarnos.

El diario del bebé

Twitter

Facebook

Menéame

Linkedin