Comienza el otoño y con él llega el frío, lo que genera dudas sobre el cuidado de los más pequeños de la casa: ¿le abrigo en exceso? ¿es bueno salir a pasear con él?...
Sin embargo, el invierno no representa ningún inconveniente para cuidar de los niños, pero al igual que se les protege del calor en verano, se les debe proteger del frío durante estos meses.
Para el equipo médico del Programa Materno Infantil de Sanitas, es fundamental que los padres continúen cuidando y protegiendo la piel de los pequeños de los factores externos como el frío, el viento, y por supuesto, el sol en los meses de otoño e invierno. La piel de los niños, especialmente de los bebés, se caracteriza por su sensibilidad por lo que hay que mantenerla bien hidratada. El descenso de la humedad del aire en esta época del año produce sequedad pudiendo provocar irritaciones en la piel.
De este modo, un aspecto importante que debemos vigilar durante los meses de otoño e invierno son los cambios de temperatura, resultando fundamental que éstos no sean bruscos. Cuando el niño se encuentre en casa, la temperatura de su habitación debe rondar entre los 20 y 22ºC, evitándose en todo momento la sequedad ambiental pero sin olvidarse de mantener el hogar ventilado.
Las bajas temperaturas no debe ser un impedimento para salir a pasear con el pequeño. Utilizando la ropa adecuada como abrigo, gorro, bufanda y guantes, y protegiendo su piel de las posibles inclemencias del tiempo, un paseo a media tarde asegura que el niño reciba una dosis de luz natural y aire fresco.
LA IMPORTANCIA DE UNA ALIMENTACIÓN SALUDABLE TAMBIÉN EN INVIERNO
Es en esta época del año cuando los niños son más vulnerables a padecer ciertas enfermedades respiratorias; sin embargo es posible evitarlo con ciertos cuidados específicos y manteniendo actualizado el calendario de vacunas de los pequeños.
La alimentación continúa teniendo un papel clave a la hora de reducir el riesgo de que los niños se contagien de las habituales enfermedades invernales como resfriados o gripes. Si el niño es todavía muy pequeño y continúa en la etapa de lactancia materna, la composición de esta leche le protegerá frente a diversas enfermedades.
Si por el contrario, la alimentación del pequeño está basada en alimentos más sólidos, para evitar posibles problemas de salud, es necesario que lleve una dieta sana, variada y equilibrada que incluya frutas y verduras ricas en vitamina A y C sin olvidarse de la leche, el pescado e incluso la pasta, entre otros.
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El diario del bebé
Ante cualquier duda consulte siempre con su médico o pediatra.
