Desde poco después de su nacimiento el bebé comienza a babear, ya que todavía no controla demasiado los labios y lengua y es incapaz de tragar la saliva igual que un adulto.
Entre los 3 y los 6 meses se incrementará este babeo, coincidiendo con el inicio de la dentición, y posiblemente no remitirá hasta que le hayan salido la mayoría de las piezas dentales.
Si bien es cierto que estas babitas le ayudan a reducir las molestias de los dientes, a mantener labios y encías húmedos y frescos y a ablandar la comida para que sea más fácil de digerir, también lo es el hecho de que provoca irritaciones en el cuello, y aumenta el riesgo de resfriados al tener a menudo la pechera húmeda.
UNA SOLUCIÓN CON ESTILO
En Suecia, tal como cuenta la responsable de www.pequesguapos.com, muchos niños de entre 6 y 24 meses llevan una especie de pañuelo muy estiloso en el cuello: el babero quitababas.
Esta sueca de nacimiento decidió traer el producto a España, y ya podemos adquirirlo en la citada web. Los baberos son de de la marca Dregglis Collection, diseñados, fabricados y comprados en Suecia. Su alta calidad se percibe especialmente a través de su tacto y su buen resultado.
Este babero quitababas no es un babero común sino un accesorio muy trendy cuya finalidad es ayudar a absorber la humedad y las babitas de los peques durante la dentición, pero sin tener que renunciar a su estilo.
Se presenta en tonos lisos y estampados con variados colores y motivos (rayas, lunares, animales, setas, nubes, manzanas, coches y helicópteros, entre otros) para todos los gustos y estilos. No pasa desapercibido cuando vamos de paseo, y es bastante habitual que nos pregunten por él y cómo conseguirlo.
Respecto a su mantenimiento, se lavan a máquina a una temperatura máxima de 40º.
Los baberos tienen dos capas de tela: la primera de 100% algodón de jersey, que absorbe las babas; la segunda, un ligero forro polar que evita que la humedad traspase al pecho.
Resultan fáciles de poner y quitar gracias a sus botones automáticos con dos medidas que permiten que se ajusten al cuello. Al no quedar demasiado holgados, impiden que la baba se deslice por el cuello provocando irritaciones y la salida de granitos a nuestro bebé.
¡Stop, babitas!
El diario del bebé