La sobreprotección de los niños frente a microorganismos y bacterias origina un aumento de enfermedades autoinmunes y alergias. Entre las patologías que más se han incrementado se encuentran la diabetes tipo I, el asma y enfermedades inflamatorias intestinales como la colitis ulcerosa.
Estas son algunas de las conclusiones que se abordaron en la I Jornada Monográfica sobre Infectología y Biomarcadores en Pediatría, organizada por el Hospital Quirón Valencia el pasado 22 de septiembre. Asimismo, se trataron los últimos avances en el diagnóstico y tratamientos de los procesos infecciosos en la infancia.
Pediatras de toda España analizaron el uso de biomarcadores para el correcto diagnóstico de los procesos infecciosos, así como una mejor indicación de los tratamientos antibióticos, cuyo abuso o administración errónea está provocando la aparición de enfermedades autoinmunes y alérgicas a edades cada vez más tempranas.
Así, explican que el ser humano ha desarrollado durante miles de años una convivencia muy estrecha con millones de microorganismos tanto externos como internos. Esta interacción entre nuestro organismo y dichas bacterias lleva consigo el desarrollo de numerosas funciones vitales, entre ellas el funcionamiento intestinal y el de nuestro sistema inmune. Sin embargo, a lo largo del siglo XX, los cambios sociales, avances en medicina y modos de vida han eliminado o disminuido esta interacción fundamental con bacterias, virus y parásitos.
El doctor Sergio Negre, especialista en Infectología e Inmunología de la Unidad de Pediatría de Hospital Quirón Valencia, explica que la interacción del ser humano y estos microorganismos es "fundamental" para la vida, ya que "ciertas sustancias antiinflamatorias o elementos como la vitamina K dependen en gran parte de ellos y su ausencia origina la aparición de numerosas enfermedades".
Por ello, señala que aunque la disminución de las patologías infecciosas "ha sido uno de los mayores logros de la humanidad", ha llevado de forma asociada un abuso en la administración de antibióticos. Para evitar esta tendencia, el especialista recomienda no medicar a los niños sin indicación del pediatra, así como respetar la dosis y duración recomendada por el mismo. Según ha indicado, con estas pautas "se impedirá en parte la aparición de gérmenes resistentes y evitaremos la destrucción de microorganismos beneficiosos para el ser humano".
LOS BIOMARCADORES
Así, ha destacado que el uso de biomarcadores en la medicina actual se encuentra en esta línea de trabajo, cuya presencia es "especialmente útil en el diagnóstico, pronóstico y tratamiento de muchas enfermedades".
Además, ha resaltado que "un buen uso de los biomarcadores permite un diagnóstico más preciso de los procesos bacterianos o víricos, una mejor indicación de los tratamientos antibióticos y una mayor concreción en la duración de los mismos".
"Esto contribuye a evitar la prescripción de antibióticos cuando no sean necesarios, mejorar su respuesta terapéutica y lo que es más importante, disminuir la producción de resistencias del organismo", ha apostillado.
El diario del bebé
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