El Diario del Bebé.
Cuando los bebés van creciendo y, tras los meses de lactancia exclusiva (los seis primeros según recomendación de la OMS y UNICEF) comienza la introducción progresiva de alimentación complementaria. Se llama alimentación complementaria porque durante el siguiente año o más, la alimentación principal del bebé seguirá siendo la leche, materna o de fórmula.
Por lo general, el inicio de la introducción de otros alimentos suele ser entre el cuarto y sexto mes (variará según recomendación personal de cada pediatra), y suele empezar por las frutas y continuar por las verduras.
LAS PRIMERAS FRUTAS
Las primeras frutas que se introducen son manzana, naranja, pera y plátano. Lo ideal es ir dando las frutas de una en una durante varios días para ir viendo si el bebé las tolera bien y no le dan ninguna alergia.
Para dárselas sin que se atraganten y evitar el riesgo de ahogamiento, en las farmacias podéis encontrar las redecillas "alimentadoras" antiahogo. Son unas redecillas en las que se mete un trozo de la fruta y se deja al bebé ir chupándolo. Como los huecos de la redecilla son muy pequeños, los trozos de fruta que consiguen pasar están muy deshechos y no se puede ahogar con ellos.
Con las redecillas los bebés se mancharán bastante tanto las manos como la cara pero resulta un juego y un aprendizaje maravilloso.
De esta manera empieza el primer contacto con los sabores ácido y dulce, así como el descubrimiento de las texturas: granulosa la de la pera, pilosa la de la naranja, suave la del plátano y más firme la de la manzana.
Una vez que el bebé ha probado las cuatro frutas permitidas para esta etapa, se puede ir dándole mezclas de las mismas en purés y con cucharilla.
La primera cucharilla es mejor que sea de silicona porque sus encías son muy blanditas y toleran mejor la silicona que la dureza del acero.
CONSEJOS PARA ELABORAR UN PURÉ O PAPILLA DE FRUTAS
RECETA BÁSICA DE PAPILLA DE FRUTAS
1. Exprime el zumo de una naranja. Échalo a un vaso de batidora
2. Lava muy bien, pela y trocea las piezas de fruta (a temperatura ambiente) y añádelo al zumo.
3. Bate todo muy bien.
4. ¡Ya está preparado!.
TRUCOS PARA LA ELABORACIÓN DE UNA BUENA PAPILLA DE FRUTAS
Si el puré te queda muy ligero, echa algo más de manzana. Si te ha quedado muy espeso, añade pera muy madura o algo de agua hervida o de botella a temperatura ambiente.
Si tu bebé rechaza las frutas y no hay manera de que las coma:
1. Hazle una compota de frutas (obviamente no añadas azúcar, con el propio azúcar de las frutas es suficiente). Puedes hacer compota de manzana o pera... y convertirla en puré con la batidora. No tendrá las mismas vitaminas que un puré de fruta fresca pero por lo menos el bebé irá probando sabores y habituándose a comer con cuchara. Puedes ir introduciendo la fruta fresca en unos días e ir combinando fruta cocida con fresca.
2. A veces a algunos bebés les gusta más la comida caliente que fría. Hay quien calienta ligeramente el puré de fruta fresca. El calor destruirá vitaminas y nutrientes pero se puede usar el método unos días e ir bajando progresivamente la temperatura poco a poco hasta que el bebé acepte fruta fresca.
Ana Monente Mozaz es una mamá farmacéutica especializada en el mundo del bebé y la infancia. En su blog blog.cestaland.com Ana aporta consejos útiles y prácticos sobre embarazo, el bebé, la nutrición... Puedes seguirla también en Facebook. Además, a través de su tienda online www.cestaland.com puedes enviar a toda España cestas de regalo, canastillas, tartas de pañales y letras decorativas. ¡Visítala!
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El diario del bebé