Cada bebé tiene su propia rutina en la frecuencia de las deposiciones. Normalmente, si lleva más de tres días sin hacer caquita, si sus heces son secas y duras y además tiene molestias o dolor, está estreñido. Probablemente se encuentre a disgusto, más irritable, con la tripita dura e hinchada y sin ganas de comer.
Generalmente, el estreñimiento no viene provocado por ninguna enfermedad, aunque debe ser el pediatra quien lo valore. Sus causas más comunes son cambios en la dieta habitual, la introducción de nuevos alimentos, escaso consumo de frutas y verduras, factores hereditarios o que el bebé haya estado enfermo con vómitos y fiebre.
Es importante recordar que nunca debemos administrar al bebé ninguna medicación, laxantes o supositorios sin consultar con el pediatra. Los remedios de antaño como introducirle por el ano una ramita de perejil o la punta del termómetro están totalmente desaconsejados, además de poder causarle más irritación.
CÓMO TRATARLO
Una vez que el pediatra haya descartado otra alteración más importante, es probable que le recomiende seguir los siguientes consejos para evitar que se convierta en un problema crónico. En los casos leves, el estreñimiento suele solucionarse antes de dos semanas.
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El diario del bebé