La aparición del hipo en el bebé es bastante frecuente, incómodo para él pero totalmente inofensivo. En los recién nacidos este trastorno se debe a la inmadurez del diafragma. A partir de los 6 meses son otras las causas, generalmente relacionadas con la alimentación. Por ejemplo, comer o beber muy deprisa, la difícil digestión de algún alimento o la comida muy caliente.
Ofrecerle la comida templada, incorporarle un poco mientras se la damos, ser puntual con sus comidas para que coma sin ansiedad, darle tiempo para expulsar un incómodo gas y nunca acostarle sin haberlo expulsado, son algunas pautas a tener en cuenta para combatirlo.
En caso de que el bebé tenga hipo varias veces a lo largo del día, si siempre tarda más de quince minutos en desaparecer o si muestra dolor o malestar mientras hipa, es recomendable acudir al pediatra.
Para ayudarle a combatirlo debemos conseguir modificar el ritmo de su diafragma: cambiarle de postura, darle agua sin tragar aire, ponerle el chupete o intentar provocarle un estornudo son algunas posibilidades.
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El diario del bebé