El cabello del bebé es muy frágil, sea del tipo que sea es imprescindible cuidarlo. Independientemente de si ha nacido con mucho pelo o con ninguno, lavar la cabeza a diario al recién nacido evita que le salgan granitos a consecuencia del sudor. Además, si tiene costra láctea, ese lavado forma parte de su ritual diario.
Si detectamos zonas de la cabeza sin pelo, probablemente se deba a la postura que tiene para dormir. Mejorará cambiándole la cabeza de lado una vez esté dormido.
EL LAVADO
No es necesario utilizar champú en cada ocasión pero, al hacerlo, utilizaremos uno infantil ya que si le entra en los ojitos no le escocerá. Si es necesario, en caso de bebés mayores puede utilizarse un acondicionador en vaporizador para facilitar el desenredado.
A pesar de que el momento del baño se asocia a diversión, a algunos bebés no les gusta demasiado que les laven el pelo, especialmente el momento del aclarado. Para ello, existen unas viseras de goma especiales que dejan la cabeza al aire pero protegen ojos, orejas y la parte posterior de la cabeza, haciendo más llevadero ese momento. También suele dar resultado hacer que mire hacia arriba y distraerle mientras le aclaramos.
PEINADO Y SECADO
Para peinarle, el mejor momento es después de lavarle el pelo, mientras está húmedo. Lo mejor es mantener su estilo natural utilizando un cepillo muy suave para bebé.
El uso del secador no se recomienda hasta cerca de los dos años, ya que puede dañar las raíces del cabello. Además, a los bebés no les suele hacer demasiada gracia este ruidoso aparato.
Si utilizamos pasadores o gomas, hay que hacerlo con suavidad y sin apretar, alternando su uso y procurando no recoger siempre la misma zona de cabello. Si observamos una erupción roja en el cuero cabelludo después de haberle recogido el pelo, es que tiene los folículos pilosos inflamados.
Por otro lado, es probable que el bebé tampoco coopere demasiado y se quite los accesorios. Hay que estar pendientes para que no se los lleve a la boca.
EL CORTE
Si el bebé ya ha cumplido un mes de vida y creemos que es necesario igualarle el cabello, podemos hacerlo con unas tijeras de punta redondeada que corten bien. Hay que elegir el momento apropiado, que esté relajado y contento. Es importante finalizar con un buen baño para quitarle todos esos pelitos que le pueden molestar.
Si el bebé es un poco mayor y preferimos no arriesgarnos, existen peluquerías especializadas donde también le dejarán guapísimo.
El diario del bebé