Gracias al masaje, el bebé tiene sensaciones positivas a través de todos sus sentidos. Si lo convertimos en una costumbre diaria realizándolo a la misma hora, puede llegar a prever el momento en el que se lo efectuaremos, estando cada vez más predispuesto a él. El probable recuerdo de su vida en el útero materno le proporciona calma y relajación.
Es especialmente recomendable en el caso de niños prematuros o con alguna discapacidad física o psíquica. En el caso de los primeros les ayuda en su recuperación. En el caso de los segundos, ese contacto mejora la aceptación del contacto físico y el vínculo afectivo con los padres ayudándole a confiar en nosotros.
NUMEROSOS BENEFICIOS
La lista de beneficios que el masaje aporta al bebé es muy extensa:
Le proporciona tranquilidad. En caso de ansiedad e irritabilidad contribuye a disminuirla.
Como consecuencia de la estimulación de las endorfinas, aumenta su sensación de bienestar y mejora su estado de ánimo.
Reduce las molestias derivadas de gases, cólicos, congestión y dentición.
Relaja los músculos de sus extremidades adquiriendo mayor movilidad.
Estimula el sistema madurativo y el sistema nervioso.
Contribuye a una mayor resistencia del organismo y un desarrollo psíquico positivo.
Desarrolla una mayor conciencia y coordinación de su cuerpo adquiriendo una mayor confianza.
Mejora el estado general de su piel.
Estimula el sistema circulatorio beneficiando el ritmo cardiaco.
Mejora la calidad del sueño.
Se siente escuchado, comprendido y querido.
El diario del bebé
Ante cualquier duda consulte siempre con su médico o pediatra.
