El Diario del Bebé.
Hacia el año de vida el bebé disminuirá su repertorio de balbuceos y articulará sus primeras palabras con sentido (mamá, papá, agua, bibe, tete).
Para reforzar su aprendizaje, celebraremos la pronunciación de cada palabra nueva, prestaremos atención a sus esfuerzos por comunicarse y le hablaremos mucho, mirándole a la cara y vocalizando. Aunque algunos de sus intentos suenen graciosos, no le ayudamos nada si lo repetimos a su manera ya que sería ese el sonido que se grabaría en su memoria.
Mantener un diálogo con él le ayuda a entender el proceso de comunicación. Es importante el empleo de frases cortas y sencillas.
El poder del lenguaje es enorme. Esto significa que hay que tener precaución en cómo nos dirigimos a nuestro hijo especialmente si tenemos que corregirle. Nunca le diremos que no se dice “tatata” sino que le repetiremos bien la palabra “¿Quieres una patata?”.
Hay bebés que a los 18 meses tienen un vocabulario de 50 palabras mientras que otros pronuncian cinco. Cada niño tiene su ritmo y no tenemos que agobiarnos. Si habla a solas, intenta que le entendamos y repite las últimas sílabas de nuestras frases es que todo va bien.
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El diario del bebé