Ser mamá nos enseña, entre otras muchísimas cosas, a agudizar el ingenio para aprovechar al máximo la ropa de nuestros niños.
Las siguientes ideas pueden ayudarnos a cuidarla, alargar su vida una temporada más o reciclarla convirtiéndola, por ejemplo, en elementos decorativos muy personalizados.
IDEAS PARA…
Decir adiós a las bolitas del jersey: Para evitar que salgan bolitas en ese precioso jersey que acabamos de adquirir, lo meteremos sin estrenar en una bolsa de plástico y a su vez en el congelador durante una noche entera. En el caso de prendas ya usadas que ya tuvieran bolitas, podemos quitarlas con celo o pasando con mucho cuidado una cuchilla por la prenda.
Evitar lazos deshilachados: A fin de evitar que la tijera vaya menguando la longitud de los lazos o cintas de adorno de la ropa, podemos evitar que se deshilachen cortándolos en diagonal o haciendo un nudo en los extremos.
Evitar que chupe los botones del peto: Los bebés encuentran tremendamente atractivos los botones, especialmente para aliviar las molestias de la dentición. Para evitar que chupen los del peto, y por tanto que se los traguen, podemos quitarlos y pasar los tirantes por el ojal.
Alargar la vida de los leotardos: Podemos conseguirlo lavándonos a mano y añadiendo una cucharita de azúcar antes de aclarar.
Proteger los pantalones del bebé gateador: Cuando el bebé aprende a gatear un mundo de posibilidades se abre para él. Para proteger sus pantalones de una manera eficaz, sólo tenemos que reciclar un par de calcetines viejos, cortarles las puntas y ponerlos encima del pantalón a modo de rodillera, de tal manera que el talón del calcetín coincida con la rodilla del bebé.
Fijar los colores: Para que esa camiseta tan bonita siga manteniendo cada color en su sitio, añadiremos un poco de sal gorda en el agua antes de lavarla a mano.
Evitar que una prenda destiña: Si lo que queremos es evitar que una prenda destiña, sumergiremos la prenda en agua fría con un poco de sal gorda y un chorrito de vinagre blanco, dejándola en remojo unas doce horas. Antes de lavarla la aclararemos con agua. En cualquier caso, hay que recordar que las prendas de colores fuertes deben lavarse con otras de colores similares.
Evitar que la ropa blanca amarillee: Para evitar que su ropita blanca se vuelva amarillenta podemos lavarla a mano, añadiendo un puñado de bicarbonato al agua templada. Si ya no le sirve pero queremos guardarla, es mejor que no la planchemos ya que suelen salir manchas amarillas de la humedad del planchado.
Hacer que los baberos cumplan su función: La mayoría de los bebés libran su propia lucha diaria con el babero. Para evitar que se lo quiten en plena comida, podemos sustituir las cintas por una goma elástica lo suficientemente amplia para su cuello.
No volvernos locos emparejando calcetines: Si ya es difícil mantener el orden de los calcetines de adultos al lavarlos, qué decir de los de bebés, tan pequeños y con tanta facilidad para camuflarse entre las demás prendas. Si su longitud lo permite podemos anudarlos por parejas. En caso contrario los meteremos todos en una ‘bolsita de lavado’, indicada para este fin o prendas delicadas. Para organizarlos en el armario podemos guardarlos en organizadores de tela o en cajas con divisiones.
Quitar pelitos de la ropa: Para desprender esos incómodos y peligrosos pelitos bastará con humedecer ligeramente una esponja y pasarla por la prenda.
Dar buen olor a su ropita: Si no queremos usar suavizante pero tampoco queremos renunciar al buen olor, podemos añadir unas gotitas de colonia de bebé en el agua con la que lavaremos la ropa.
Evitar rozaduras por zapatos nuevos: Algunos zapatos nuevos pueden producir rozaduras en los pies del niño. Para dar de sí la piel del zapato, untaremos un poquito de crema hidratante corporal o de manos por la parte de dentro del zapato. Esperaremos a que se sequen antes de utilizarlos.
¿CÓMO APROVECHAR…?
Gorritos: Podemos alargar la vida de estas prendas transformándolas en unos bolsitos de lo más monos si cosemos una cinta para que una los extremos del gorrito a modo de asa. Para poder abrirlo y cerrarlo sin problema, podemos poner un poquito de velcro adhesivo en el centro. Otra opción es que sean sus muñecos los que hereden el gorrito para protegerse del duro invierno.
Pantalones vaqueros: Siguiendo la idea anterior, podemos hacer bolsitos vaqueros aprovechando los pantalones que ya no le sirven o están en mal estado. Para ello, hay que cortar las perneras del pantalón a la altura del tiro y coserlas para hacer el fondo del bolso (las coseremos con la prenda al revés para que no se vea la costura). Por lo general, las prendas vaqueras de bebé suelen ser más finas, así que si no disponemos de máquina de coser, es posible que no tengamos dificultad en coserlo a mano. Las asas pueden confeccionarse utilizando la tela sobrante u otra de nuestro gusto.
Si por el contrario, preferimos seguir dándole al pantalón su uso inicial, al hacerles un dobladillo en la parte inferior los transformaremos en unos estilosos pantalones pirata.
Vestidos: En caso de tener la suerte de poder aprovechar vestidos de la temporada anterior o si queremos que le duren hasta final de temporada, añadiremos una puntilla en el bajo. En la mercería podemos encontrar una amplia gama donde elegir.
Dependiendo del corte del vestido en cuestión, también podemos reutilizarlo como camisola sobre unos pantalones.
Camisas y blusas: Si ya le queda pequeña una camisa pero nos da pena deshacernos de ella, es posible aprovechar el estampado recortando un trozo y cosiéndolo en una camiseta. El diseño puede ser una clásica forma rectangular o cuadrada, o atrevernos con estrellas, lunas o corazones. Como tendremos tela de sobra, si nos sentimos creativos podemos completar el conjunto con coleteros o lazos a juego.
Camisetas: Al igual que la idea anterior, se trata de aprovechar una bonita prenda, aunque en este caso la mantendremos intacta y la transformaremos en unos originales cojines. Sólo necesitamos guata para el relleno, coser mangas y cuello y añadir una cremallera en la parte inferior.
Ropita de primera puesta: Su primera ropita tiene un encanto especial y es lógico que no queramos deshacernos de algunas prendas, bien para guardarlas en el cajón de recuerdos, bien para hacer unos marquitos decorativos para su habitación. Los marcos deben tener fondo para que quepan las prendas. Si además decoramos el marco con puntillas, lazos o pintamos algún motivo infantil, tendremos una pieza única.
Chupetes y sonajeros: Siguiendo la idea anterior, guardar su primer chupete, su sonajero preferido o un muñequito, puede servirnos a la vez de decoración y recuerdo si encontramos un marco con fondo para que quepan las piezas.
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El diario del bebé