Durante los primeros meses de vida, la leche materna cubre todas las necesidades del bebé; después será necesario ofrecerle también nuevos alimentos que le aportarán otro tipo de nutrientes muy beneficiosos para él.

Comienza así una nueva etapa en la que se instaurarán los buenos hábitos alimenticios y la introducción de la cuchara. Empezar puede resultar un poco complicado para el niño pero con los medios adecuados este aprendizaje será rápido. 

Mientras se alimenta de leche materna o biberón, el bebé utiliza una serie músculos totalmente distintos a los que intervendrán en la alimentación con cuchara. Por eso al principio puede costarle aceptar este cambio.

¿CÓMO PODEMOS FACILITARLE EL CAMBIO?

Para ayudar al bebé en esta nueva etapa, pueden sernos de utilidad las siguientes recomendaciones:

• Su primera cuchara debe ser pequeña, plana y de plástico o silicona. Es interesante comprar más de una para tener siempre de repuesto.

• Podemos dejar que juegue con ella para satisfacer su curiosidad mientras le damos de comer con otra.

• Es una buena idea empezar a darle la papilla de frutas con cuchara ya que de esta manera la asociará con un sabor dulce y agradable.

• Empezaremos metiéndole la punta de la cuchara en la boca y la sacaremos, de manera que sea él quien recoja el alimento con el labio superior. Si metemos entera la cuchara le darán arcadas y no le apetecerá repetir la experiencia.

• Al bebé le gustará sentirse mayor e integrado así que procuraremos que coincida en alguna comida con el resto de la familia.

• Para evitar la transmisión de gérmenes nunca probaremos la comida del bebé con su cuchara, ni siquiera para comprobar la temperatura y el sabor. Tampoco utilizaremos la misma entre hermanos.

• Un babero grande, con mangas y fácilmente lavable ayudará a mantener limpia su ropita. 

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El diario del bebé

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