Aunque no sepa hablar, el bebé empieza a expresarse de diversas maneras desde muy temprano. Será su lenguaje corporal el que nos dé la información necesaria para saber si está bien o cómo se siente en un momento determinado. 

CÓMO EXPRESA EL BEBÉ SUS DISTINTAS EMOCIONES 

Aunque cada niño es distinto y con distinta personalidad, los gestos más habituales son los siguientes:

• Alegría y satisfacción: sonriendo y riendo a carcajadas, arrugando los extremos de los ojos mientras relaja las cejas.

• Tristeza o descontento: Dejando caer las comisuras de los labios mientras le tiembla el labio inferior y abre la boca. Es probable que también enarque las cejas o describa círculos en el aire con los brazos.

• Concentración: abriendo la boca, enarcando las cejas, relajando los hombros y abriendo las manos.

• Aburrimiento: puede que lo muestre a través de unos ojos vidriosos y que no parpadean demasiado. Además manifestará somnolencia y se moverá poco.

• Enfado o frustración: bajando las cejas, mirando fijamente y presionando los labios.

• Miedo: enarcando las cejas, frunciendo el ceño o los labios y posteriormente abriendo mucho los ojos. Es posible que también se aleje de nosotros o tense el cuerpo.

• Rechazo o desagrado: arrugando la nariz, frunciendo los labios y bajando las cejas.

• Sobresalto: frunciendo la frente, dejando caer la mandíbula y enarcando las cejas; puede que también cierre las manos. Si está demasiado sobresaltado no es raro que llore.

• Dolor: cada bebé expresa el dolor de una forma, así que confiaremos en nuestra intuición. Ciertas señales nos indican que podría tener dolores: llanto durante periodos largos, se aparta si tocamos una parte de su cuerpo o cambios en comportamientos normales (sueño, comida, forma de moverse o cantidad de movimiento). En estos casos se recomienda acudir al pediatra para salir de dudas.

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El diario del bebé

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