La costra láctea es el proceso inflamatorio de la piel del cuero cabelludo del bebé, bastante común durante las primeras semanas de vida, y que puede darse hasta los tres años de edad. No es doloroso y se caracteriza por la presencia de escamas amarillentas fuertemente adheridas a ese cuero cabelludo. Aunque su nombre sugiera lo contrario, no tiene nada que ver con la leche ni con la alimentación del bebé.
Puede remitir sin tratamiento, pero es recomendable consultar al pediatra, quien nos indicará cómo proceder.
TRATAMIENTO
Su médico nos informará sobre el tratamiento a seguir que, generalmente, consiste en aplicar vaselina o una crema específica mediante un masaje. Se deja actuar media hora y posteriormente se procede al lavado de la cabeza con un champú neutro para bebés.
Mientras duren las escamas, es recomendable lavarle la cabecita a diario. En la farmacia podemos encontrar un amplio surtido de productos específicos para hacerlo.
Realizar masajes suaves en su cabecita todos los días contribuirá a su desaparición. Debemos hacerlo con los dedos durante unos cinco minutos.
La costra se desprenderá sola; forzarla podría causar lesiones que además podrían infectarse. Si la costra persiste, el pediatra valorará un posible tratamiento con corticoides.
El diario del bebé