El Diario del Bebé.
Niveles relativamente pequeños de exposición al alcohol en el útero pueden afectar al coeficiente intelectual (IQ) del niño, según un nuevo estudio publicado en ‘Plos One’ y dirigido por investigadores de las Universidades de Bristol y Oxford, con datos de más de cuatro mil madres y sus hijos.
En la investigación se halló que, entre los 4.167 niños, cuatro variantes genéticas de los genes metabolizadores del alcohol estaban fuertemente relacionadas con un menor coeficiente intelectual a los ocho años de edad.
No hubo un efecto evidente en los niños cuyas madres se abstuvieron de beber alcohol durante el embarazo, lo que sugiere que fue la exposición al alcohol en el útero lo que condujo a la diferencia en el coeficiente intelectual de los niños. El estudio analizó a mujeres embarazadas a las dieciocho y a las treinta y dos semanas de gestación y tomó como equivalente a una unidad de alcohol una bebida.
Cuando una persona bebe alcohol, el etanol se convierte en acetaldehído por un grupo de enzimas. Las variaciones en los genes que codifican estas enzimas conducen a diferencias en su capacidad de metabolizar el etanol. En “metabolizadores lentos”, los niveles máximos de alcohol pueden ser más altos y persisten durante más tiempo que en “metabolizadores rápidos”.
“Nuestros resultados sugieren que incluso a niveles de consumo de alcohol que se consideran normalmente inofensivos, se pueden detectar diferencias en el coeficiente intelectual infantil, puesto que depende de la capacidad del feto para borrar este alcohol. Esto evidencia que incluso en estos niveles moderados, el alcohol está influyendo en el desarrollo del cerebro fetal”, afirmó el director de la investigación, el doctor Ron Gray, de la Universidad de Oxford.
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