Después de dar a luz, a las madres se les debilita la musculatura del suelo pélvico, lo que puede provocar desde incontinencia urinaria de esfuerzo hasta disfunciones sexuales. La mejor forma de evitarlo son los ejercicios de Kegel, un seguido de contracciones que ayudan a fortalecer la zona.
Por Redacción, 19-03-2020 04:45:00El Diario del Bebé.
Los ejercicios de Kegel fueron ideados por el Dr. Arnold Kegel para fortalecer los músculos del suelo pélvico. Hasta entonces, las mujeres, o bien soportaban como podían la incontinencia urinaria (imposibilidad de retener la orina al reír, toser, estornudar o saltar), o bien debían pasar por el quirófano, lo cual tampoco era siempre una garantía de solución. Son ejercicios que se realizan para fortalecer la musculatura del suelo pélvico que se basan en contraer y relajar el músculo pubococcígeo (también conocido como músculo del suelo pélvico) repetidas ocasiones, con el objetivo de incrementar su fuerza y resistencia. El primer paso antes de realizar ejercicios de contracción de la musculatura del suelo pélvico, es saber identificar esta musculatura.
El suelo pélvico es un sistema de músculos y ligamentos que cierran el suelo del abdomen manteniendo en posición correcta y en suspensión la vejiga, el útero y el recto en contra de la fuerza de la gravedad. El debilitamiento del suelo pélvico provoca uno o varios de los siguientes trastornos: incontinencia urinaria de esfuerzo, prolapsos (caída de los órganos intrabdominales) y disfunciones sexuales.
La mejor manera de identificar la musculatura a contraer es intentar la detención del flujo de la orina durante una micción. Con la vejiga llena se debe permitir la salida de la orina de forma espontanea y una vez fluya contraer el músculo para detenerla de forma completa. Una vez identificado el músculo, es importante NO realizar los ejercicios durante la micción. Además, para garantizar que realizas correctamente los ejercicios es importante que un profesional te realice una valoración. Mediante un tacto muscular vaginal, la matrona podrá valorar que fuerza tienes, si realizas correctamente el ejercicio y ayudarte a reconocer los músculos. En muchas ocasiones la fuerza se hace al revés, es lo que llamamos contracción inversa.
Hasta que domines la técnica, es preferible que te tumbes cómodamente de espalda con los pies planos en el suelo y las rodillas dobladas. Mantén toda la espalda en el suelo, sin que quede ningún hueco en la zona lumbar. En esta posición es más fácil aislar la musculatura de abdomen, abductores y glúteos para trabajar exclusivamente la musculatura del suelo pélvico. Intenta imaginarte como tiras de los músculos hacia arriba. Mantén la contracción unos 4 o 5 segundos, relaja unos 8 o 10 segundos y realiza unas 10 repeticiones (contracción lenta). Después empieza a practicar los diferentes tipos de contracción:
Haz estos ejercicios tantas veces como puedas al día. El objetivo es conseguir realizarlos sin que se noten. Cuando empieces a realizarlos, pueden parecerte incómodos y raros, pero pronto verás que podrás llevarlos a cabo sin que los demás se den cuenta. Al principio, al practicar el ejercicio lento, puedes notar que los músculos no quieren mantenerse contraídos. También es posible que te canses enseguida con el rápido. Pero si perseveras, verás que en pocos días no te supondrán ningún esfuerzo. Recuerda que después del parto es muy importante que los músculos perineales estén recuperados antes de realizar ningún otro ejercicio.
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