El Diario del Bebé.
La leche materna proporciona nutrientes que promueven el crecimiento y la salud del bebé. Sin embargo, muchas madres tienen dudas sobre cómo deben mejorar su dieta para cumplir con la mayor exigencia física que supone fabricar la leche materna, y que ésta posea las cualidades más idóneas para la alimentación de su bebé. Conocer los principios básicos de la nutrición ayudará a despejar muchas de las interrogantes que se presentan en el periodo de lactancia.
Existen toda una serie de cuestiones sobre nutrición que las madres siempre se preguntan cuando comienzan a amamantar a sus hijos. Estas son las más frecuentes con sus respectivas respuestas según los especialistas de la Clínica Mayo.
¿NECESITO CALORÍAS EXTRA MIENTRAS ESTOY DANDO EL PECHO?
Sí, para mantener su energía podría necesitar comer un poco más, alrededor de 400 a 500 calorías más por día. Para conseguir estas calorías extra es mejor elegir alimentos ricos en nutrientes como una rebanada de pan integral con aceite de oliva, un plátano o una manzana y unos 225 gramos de yogur desnatado.
¿QUÉ ALIMENTOS DEBERÍA COMER SI AMAMANTO A MI BEBÉ?
No hay necesidad de seguir una dieta especial mientras se amamanta al bebé. En vez de esto es mejor centrarse en conseguir opciones saludables para ayudar a fomentar la producción de leche. Mejor incluir en la dieta productos integrales así como frutas y vegetales, y no olvidar lavarlas bien para reducir la exposición a los residuos de pesticidas.
Además, comer una variedad de diferentes alimentos mientras se da el pecho cambiará el sabor de la leche materna lo que expondrá al bebé a diferentes sabores y le ayudará más adelante a aceptar con mayor facilidad los alimentos sólidos. Para asegurar que madre y bebé toman todas las vitaminas necesarias, el médico podría recomendar continuar con las vitaminas prenatales diarias hasta el destete.
¿CUÁNTO LÍQUIDO NECESITO TOMAR DURANTE LA LACTANCIA?
Es importante para las madres en periodo lactante estar bien hidratadas. Es fundamental beber de forma frecuente, preferiblemente antes de sentir sed y beber más si la orina es más bien amarilla oscura. Se recomienda mantener un vaso de agua cerca cuando se da el pecho o al menos beber ocho vasos de agua o de otros líquidos cada día.
Cuidado con los zumos y las bebidas azucaradas, ya que demasiado azúcar puede contribuir a ganar peso o dificultar los intentos por perder el adquirido durante el embarazo. Demasiada cafeína tampoco es conveniente. Las bebidas con cafeína se deben limitar a 2 ó 3 tazas diarias. La cafeína en la leche materna podría alterar al bebé o a su sueño.
¿QUÉ SUCEDE CON LA DIETA VEGETARIANA Y LA LACTANCIA?
Si se sigue una dieta vegetariana resulta aún más importante consumir los alimentos apropiados para conseguir los nutrientes necesarios. Durante la lactancia elegiremos alimentos ricos en hierro, proteínas y calcio:
Probablemente, el médico nos recomendará tomar un suplemento diario de vitamina B12 y, en algunos casos, un suplemento de vitamina D. La vitamina B12, esencial para el desarrollo del cerebro del bebé, se encuentra casi exclusivamente en los productos animales, por lo que puede ser difícil conseguir suficiente en algunas dietas vegetarianas.
Si no se toman suficientes alimentos fortificados con vitamina D y la exposición solar es limitada, podría ser necesario tomar suplementos de vitamina D. El bebé necesita la vitamina D para absorber el calcio y el fósforo. Muy poca vitamina D puede producir raquitismo, un reblandecimiento y debilitamiento de los huesos.
¿QUÉ ALIMENTOS Y BEBIDAS DEBERÍA LIMITAR O EVITAR?
Ciertos alimentos y bebidas requieren precaución mientras se está amamantando, como por ejemplo:
¿PUEDE MI DIETA PROVOCAR QUE EL BEBÉ ESTÉ IRRITABLE O TENGA UNA REACCIÓN ALÉRGICA?
Ciertos alimentos de la dieta podrían causar en el bebé irritabilidad o tener una reacción alérgica. Si el bebé se vuelve demasiado exigente o desarrolla una erupción, diarrea o congestión poco después de mamar, consulte al pediatra. Estos signos podrían indicar una alergia alimentaria.
Si sospecha que algo en la dieta podría estar provocando que el bebé esté un poco más molesto de lo habitual, evite el alimento o la bebida durante una semana para ver si esto cambia algo en la conducta de su bebé. Considere la posibilidad de eliminar productos lácteos u otros alimentos o ingredientes alergénicos como leche de vaca, huevos, cacahuetes, frutos secos, harina, soja y pescado.
Algunas mujeres durante la lactancia dicen que evitar las comidas con muchas especias y que producen gases, como las cebollas o la coliflor, ayuda pero es algo que no se ha comprobado mediante la investigación. Además, se debe intentar eliminar o reducir la cantidad de cafeína en la dieta. Para ayudar a determinar los vínculos entre dieta y conducta del bebé, resulta útil mantener un diario de alimentación. Para ello hay que anotar en una lista cada cosa que se come y bebe junto con notas sobre cómo parece reaccionar el bebé.
Si eliminar determinada comida o bebida de su dieta no tiene impacto sobre la irritabilidad del pequeño, es aconsejable volverla a introducir en la dieta y tener en cuenta otras posibles causas. Si la conducta de su bebé le preocupa lo mejor es consultar al pediatra.
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El diario del bebé